Si bien suelen englobarse al producto y al servicio como un conjunto, hay ciertas diferencias que no deben pasar desapercibidas.
Los profesionales deberían tener muy en cuenta estas diferencias, pues de ellas depende lograr una estrategia competitiva.
Es que los servicios son variables, intangibles, inseparables y perecederos.
Características de los servicios
Variable: La calidad de un servicio puede variar, ya que cualquier profesional puede cometer un error en su trabajo y esto hará que la calidad del servicio percibida por el cliente sea variable. Es decir, nuestro servicio como profesionales puede variar de un día para el otro o por diversos factores que nos hagan cometer errores ya sea en el proceso mismo del servicio como en la atención, etc.
Intangible: Esto es simple, los servicios no se pueden tocar ni palpar antes de haberlos recibidos. Nadie puede saber como será el resultado del servicio hasta después de haberlo recibido. Es por eso que los clientes se guían de las percepciones que puedan brindar los profesionales para detectar la calidad de sus servicios antes de contratarlo.
Inseparable: El servicio no se puede separar de quien lo brinda. Por ello, ser profesional a la hora de atender, mantener una buena conducta e imagen será lo que los clientes comprarán y volverán o no de acuerdo a esto.
Perecedero: Los servicios no se pueden almacenar. No podemos almacenar una sesión de masajes. El servicio muere luego de que fue realizado.
Entender estas diferencias servirá para crear estrategias de marketing que satisfagan las necesidades de nuestros clientes. Un buen servicio hará que las personas vuelvan a adquirirlo de ser necesario y lo recomendarán a sus más allegados.
Una buena atención será clave para la primera impresión sobre el servicio por lo tanto no debemos descuidar que muchos de tus clientes te seguirán a cualquier parte siempre que ellos se sientan cómodos y contenidos.